Como llegar a Muxía con un poco de fiambre y una manzana.

Todo empezó como siempre, de la apetencia de hacer kms surgida en el dia anterior. La ruta se hace firme a las 21:00 para quedar al dia siguiente a las 09:30. No hay mucho que organizar, todos los establecimientos estan cerrados por ser jueves santo, y el dia de la ruta más de lo mismo. Hay que salir con lo que se tenga en casa, si a esto le quitamos lo que nos hemos olvidado de meter en la mochila da el resultado de un poco de fiambre, una manzana, un poco de aquarius casero y unas dosis de gatorade caducado.

Partimos con lo puesto y con la incentidumbre de si lloverá un poco, mucho o muchísimo (la previsión de la tele daba lluvias por el norte). Subimos Brión con calma, bajamos Portanxil y ya nos damos cuenta del frio que hace¡¡¡.

Empezamos el camino en Negreira, donde conseguimos un poco de pan. La ruta ya la conocemos y no tenemos pérdida, paramos para unas cuantas fotos y vamos con calma. Al principio no encontramos mucho peregrino, pero luego ya vamos saludando cada poco con todos los que nos cruzamos.

Llegamos a la carretera Santa Comba-Muros y el tiempo empeora, más adelante ponemos los chubasqueros por una llovizna, pero sobre todo por el frio. Y ya no quitamos los chubas hasta llegar a Muxía, no llueve pero hay viento bastante frio. Pasada la una del mediodía paramos para tomar nuestros víveres cerca de Olveiroa. Una parada breve por el frio que hacía y vuelta a pedalear. Antes del desvio a Muxía o Finisterre paramos en un bar a tomar algo, coger chocolate y un par de dulces.

Nos desviamos a Muxía y el camino empieza muy bien acondicionado e indicado. El camino es de una especie de graba con cunetas de piedra atravesando el camino, algunas se saltan y otras se pasan despacio, según apetezca. Por el camino nos encotramos una inesperada curva de 180 grados, preciosa curva en bajada. Seguimos y el camino ya deja de estar tan acondicionado para encontrarnos bajadas llenas de rocas. Pasado esto y casi a 20 kms de Muxía vamos haciendo zig zag atravesando la carretera de un lado para otro, es lo que tiene seguir el camino.

Y ya divisamos el mar tan ausente en la ruta, pero no estamos en el camino correcto. Volvemos para atrás y descendemos por un camino estrecho hasta la playa. Ya estamos en Muxía y tenemos el coche escoba esperando, tan pronto llegamos a su lado tenemos la primera avería del camino, se desinfla una rueda sin haber motivo aparente. Bicis al remolque y para casa tras 76 kms.