Un hueco en la agenda

Entre el futbol y comidas familiares quedaba un hueco para salir a pedalear. Nos juntamos 6 con pocas horas libres para hacer la ruta. Se duda entre ir a Villestro falso llaneando o ir a la Picaraña. Al final Parriba encabeza el grupo, tras unos cuantos cambios de dirección aparecemos en la ruta que bordea el río. Como el que va delante no entiende de caminos nos mete atravesando fincas, unas veces bordeando el río y otras atajando. Vaya sufrimiento para donde termina la espalda. Incluso Vilouta casi se juega la vida por seguir a Parriba, menos mal que al final puso las manos donde había que ponerlas (y el pie en el charco).
Cuando por fin acabamos la ruta del río seguimos por la ruta llana. Llegamos a la carretera que va al Castro Lupario y venga pique al sprint¡¡¡ Con las fuerzas ya justas nos metemos por un camino, justo por una zona de cazadores, cazadores por un lado, perros por otro y nosotros por el medio. Joder, que poco gusta esta situación.
Recortamos camino para salir otra vez a la ruta llana, llegamos otra vez a la subida que va a Castro Lupario y otra vez pique al sprint¡¡¡ Y así todo el camino, ahora uno, ahora el otro, y pique tras pique. Con estas prisas no hay tiempo para quitar muchas fotos.
Al final llegamos en hora para los que tenían la agenda apretada, los demás quedamos a tomar algo en Bertamiráns, por fin, tranquilamente y sin prisas.