Bertamiráns-Muxía-Finisterre (parte 1)

Menudo madrugón, a las 07:30 delante del cruceiro. El primero en llegar, Juan que andaba dando una vuelta por los alrededores en busca de alguien en bicicleta. Cerca de allí me encuentra bajando la bici del coche, de allí volvemos hacia el punto de encuentro donde justo acaba de llegar Suso. Nos entran dudas si era hoy, faltaba el organizador y ya pasaban de las 07:30. Un poco más tarde aparece Julio con Dani. A los pocos segundos llegan Toño y Gonzalo con unos kilómetros encima de calentamiento.
No tardamos mucho en ponernos a pedalear, casi tan rápido que casi se nos olvida de quitar la foto de grupo.
Comenzamos la subida por los Barreiros con tranquilidad, la temperatura era agradable aún siendo la hora que era. Nos desviamos por Portanxil para coger el camino desde el campo de las fiesta de Trasmonte. Empezamos a seguir la concha hacia nuestro destino/S. Paramos en Ponte Maceira a rellenar botellines, otros esperaban ver otras cosas…
Continuamos pasando por Negreira, esta vez sin parar a desayunar. Nos dirigimos al albergue para conseguir nuestro primer cuño. Tras regatear el donativo, conformarnos con los simples papeles en blanco que llevábamos y tras unos largos minutos conseguimos el ansiado cuño del albergue. Volvemos al ya conocido camino disfrutando de la buena temperatura, aunque con la amenaza de lluvia inminente. Llegamos al final de la subida, llegamos a la altura de las nubes, rodeados de niebla justo por el tramo de carretera después de la subida por monte. Tras pasar por pueblos volvemos otra vez a tramos de tierra.
Llegó el momento del rio, con esa entrada provocadora tentando atravesar por el agua. Todos elegimos pasar por el puente, el caudal del rio parecía abundante. Excepto el que compró una bici y se le hinchó el pecho, Julio, sin previa observación de la situación no se resiste a la tentación y pasa del puente, HOMBRE AL AGUA e intento fallido por el elevado caudal en medio del rio que casi cubría la bici. Pero NO quedó contento y vuelve a intentarlo, esta vez OBJETIVO CONSEGUIDO¡¡¡ Bravo, bravísimo.
Continuamos con la vista puesta el Olveiroa, nuestra próxima parada para conseguir el siguiente cuño. Ahora cada puente había que mirar por donde pasarlo. Llegamos al albergue, mejorado desde la última visita pero como siempre cerrado para cuñar. Vamos al bar de siempre donde aprovechamos para tomar algo y cuñar nuestros blancos folios. Reanudamos la marcha para empezar uno de los tramos del camino que más me gusta, el que va pegado a los “cañones” con el rio al fondo. Parada para quitar la foto de siempre. Esta vez no nos encontramos con el tramo de piedra verde, habían cubierto estas piedras con tierra haciendo el camino más llevadero. Después de esto empieza otra vez la subida hacia el cruce que se desvía a Finisterre o a Muxía.
Empezaba el camino desconocido para muchos de los asistentes. Empezaba bajando por carretera con un desvío a la izquierda que algunos vieron e hicieron el giro mientras otro seguía recto por carretera…uyyyyyy. La bajada seguía por caminos de piedrillas y cunetas atravesando el camino. Estas piedrillas no facilitaban la frenada y te echaban hacia fuera en las curvas. Dos salidas de vía que no impidieron seguir a los implicados fue el resultado de una bajada difícil. El camino pasa por pueblos muy alejados entre si a los que llegamos pasando por tranquilos caminos de monte sin indicios de civilización. La bajada larga de grandes piedras se quedó a la mitad, dejando la última parte tal como estaba dejando en manos de la habilidad de cada uno el pasar por esa zona propia del trial.
Tras todo esto por fin llegaban las primeras vistas del mar. Justo donde no sabíamos por donde seguía el camino, algunos veían Muxía donde estaba Camariñas, otros pensaban que ya quedaba poco. Consultamos el mejor Tom Tom con una vecina del lugar y nos redirige a la dirección correcta. Aviso que no esta todo hecho y aún queda sufrir un poco haciendo zigzag de un lado a otro de la carretera por unas buenas rampas. Efectivamente llegaron esas rampas. Al final de esas rampas, al cruzar la carretera estaban esperando dos peldaños de escalera antes de otra rampa para darme el aviso de la reserva. En ese intento de subida sólo pasó la rueda delantera y mi músculo de la pierna izquierda se quedó tieso, HOMBRE A TIERRA (queridos antagonistas, no estabais allí para disfrutarlo). Músculo inmóvil, sin trazas de recuperación, la ruta sin acabar, no podía ser. Pero con un poco de tiempo, agua fría, alguna frase como “llamamos que nos vengan a buscar”, “ya verás en el blog”, “te llevamos la bici”,… llegó la inesperada recuperación. Desde aquí en primera para acabar el tramo de subida que quedaba, parece que la cosa iba bien. Al llegar arriba la cosa estaba hecha, solo quedaba bajar para llegar a Muxía. Y así fue, llegamos a Muxía entrando por el paseo de la playa. OBJETIVO CONSEGUIDO.
Unas vueltas por Muxía para encontrar un sitio para comer, acabamos en una pastelería de guardia donde nos surtimos de bocadillos, bebidas, galletillas,… con un banco fuera para reponer fuerzas. De aquí al albergue para conseguir nuestro diploma.

Pero la cosa no acabó aquí, aún quedaba llegar a Finisterre.
Continuará…