Por fin, al Coto

Destino: caseta del Coto
Kilómetros: todos pasamos de los 30
Asistentes: Cornes, Javi, Txust, Javi y Anxo (por orden de llegada)
Era la primera de las rutas de los sábados a las 09:30 y contamos con 5 asistentes. No me equivoqué al poner dos Javi, contamos con dos nuevas incorporaciones: la ya anunciada de Cornes y otro Javi más. Cornes con su BH Doble de toda la vida y Javi con su BH de carbono, je je.
Pasadas las 09:35 no esperábamos a nadie más y se confirma que los posibles se convierten en invisibles. Ya empezamos a rajar del tema de la semana cuando de repente Txust recibe un sms del protagonista comunicando que HOY no podía venir. Unos cuantos sms cruzados con el protagonista para trasmitirle nuestras conversaciones del momento.
No estaba Julio, así que no hubo que negociar el destino: por fin nos vamos al Coto¡¡¡ Empezamos como toda la vida llevamos haciendo: Liñares, Boullón y Cabanas para ya meterse a nuestro bien querido monte. Al poco de entrar el nuevo Javi aprende un poco más de este mundo del BTT: las ventajas de los automáticos.
Las primeras subidas son duras, sobre todo para los que no las conocen. Intentamos explicar que esto era lo peor, que luego ya era más fácil y bla bla bla… llegamos arriba para bordear el Coto por su ladera y subir por la parte larga.
Subimos y bajamos para llegar a la nueva carretera. Mientras los demás subíamos por el asfalto, Anxo atajaba el camino por trialeras. Que barbaridad¡¡¡, se salía del camino y seguía subiendo aplastando lo que encontraba a su paso. Decir que Txust y Anxo se les notaba aburridos el día de hoy.
Ya esta bien de carretera y nos apartamos por la bajada de tierra para ir por la subida larga recién arreglada. Bajamos, falso llaneamos (como antes le gustaba a Pancho) y llegamos a la caseta para…
Empieza la fiesta, la senda bien arreglá y las fuerzas a tope. Más o menos ya sabéis lo que pasa últimamente en estas situaciones, cada uno a lo que puede. Ya sale la elite delante a rueda uno del otro, los demás a la expectativa. Poco puedo contar de la subida, apreté lo que pude pero la cabeza era inalcanzable, aunque pienso que Pancho no daría aguantado mi ritmo. El viento daba de cara y de bofetada en bofetada. Esta subida con el viento de cara se hace con una mano. Arriba llegué con la elite de descanso y al refugio del viento, al poco llega Cornes y luego el otro Javi. Es bonito ver a alguien que no conocía el Coto disfrutar de sus vistas, es el encanto del Coto.
Paramos poco para no enfriar, vamos por la cima hacia la bajada de piedras que una y otra vez arreglan pero que siempre vuelven a aparecer los molestos pedrolos. Uno de ellos acaba en los 18 años de la rueda de Cornes sin llevar un pinchazo. Cambio rápido de neumático que aporta Anxo (si, Anxo llevaba recambio) y seguimos la ruta.
Bajamos más o menos por la ruta OEA hacia la bajada de los caballos. La ruta no estaba acabada, aún quedaban fuerzas para piques tontos y mucha palabrería. Una pequeña exploración por nuevos caminos con un fin no esperado, ejem, ejem, estas cosas pasan de vez en cuando.
Volvemos a la ruta y los piques cada vez eran más tontos. Hasta el punto que dejamos a Javi atrás a cargo del gran explorador Anxo. No esperamos correctamente en un cruce y el grupo se separa, móviles, coordenadas GPS y tras unos largos minutos conseguimos agruparnos. Personalmente no me gustan estas situaciones. Pasamos a una situación normal para lo que quedaba de ruta. Prolongamos hasta la bajada del salto, donde los demás la disfrutaron y yo continué hasta Feiraco a recoger mi coche.
Me alegra ver a nueva gente sobre la bici y espero que repitan. Me entristece ver que esta gente no repite y que nunca nos juntamos todos. Paso de comentar otras incidencias, je je.
Hasta la próxima¡¡¡