La historia del correcaminos continúa

Fecha: 26/06/10
Destino: Ruta de las trampas
Kms: 20, mas ida y vuelta desde Brión para Txust
Asistentes: Txust y Javi

Tal cual como la historia del Coyote y el Correcaminos. El Coyote con sus trampas y el Correcaminos siguiendo su camino. El mito continúa sin que el Correcaminos sea capturado por el Coyote.
Un poco más allá de las 10 baja el Correcaminos hacia Negreira dejándose llevar por la cuesta con mucha calma. Parece que tiene claro el concepto de paseo y así me lo hace saber con unas palabras que no se cree ni el, debe ser el calor del asfalto¡¡¡¡.
Empieza la ruta con la primera trampa, el Correcaminos ni se entera de que esta pasando por la primera trampa y la trampa casi se vuelve en contra del Coyote. Miro para el y no veo sintomas de molestias o malestar. Grrrrrr, llega el momento de cambiar al plan B.
Viene una bajada, el Correcaminos no se fía y deja ir al Coyote delante manteniendo distancia de seguridad. Le digo que disfrute de los saltos, sobre todo porque van de menos a más y el más bonito justo antes de una curva, luego un inesperado tramo de asfalto con gravilla (todo esto no se lo digo). Voy delante para animarlo, pero noto su prudencia. Al final de la bajada le comento lo del último salto y el me comenta lo del asfalto, pero ná de ná¡¡¡ Grrrrrrr.
Pasamos a otra trampa que se vuelve en contra del Coyote. El Correcaminos ná de ná. Grrr.
Le digo que lo anterior era una trampa y el simplemente se ríe. Pasamos a un tramo de calma. Bajamos por un camino lleno de trampas, intento que vaya delante pero no se fia, con prudencia y distancia de seguridad otra vez ná de ná.
Ahora viene un largo trama de bajadas, a simple vista limpias pero algo siempre hay. Que se ponga el delante es imposible, analiza mi trazada, prudencia y distancia de seguridad. Ná de ná.
Ahora llega el momento de una trampa preciosa. Bajada el linea recta con el peligro delante, intento que parezca que no pasa nada, vamos a la par, pedaleo un poco más con firmeza para adelantarme un poco y picarlo. Llega el momento del desenlace, pero otra vez su prudencia, desconfianza o experiencia hicieron que se pusiese detrás de mi siguiendo mi trazada. Otra vez ná de ná, y esta si que era bonita¡¡¡¡¡¡¡
Tras unas risas continuamos a la siguiente trampa, el camino que se acaba y hay que abrir camino. Creía que esto no le gustaba nada, pero no oigo ni una protesta. Otra vez ná de ná. Ahí lo véis todo sonriente:

Intento parar y que admire la belleza de un río, pero la trampa era muy evidente. Otra vez ná de ná.
Llega el momento de la ruta normal, subida al pico sin más complicaciones que la cuesta. Por supuesto, el delante muy tranquilo y yo a lo mio. Coronamos sin pique, en estas condiciones es tontería andar jugando con estas cosas. Llegamos a la par y hablando.
Viene otra bajada con trampas, ya no intento que se ponga delante. Voy abriendo camino monte a través por una especie de cortafuegos que cada vez tiene más vegetación. Enlazamos a un camino que para cogerlo hay una bajada de trialero, aunque hoy lo noto muy prudente le animo por si acaso. Ná de ná.
Ya quedan pocas trampas. Estas parecen que le incomodan un poco a la vez que le motivan.
Más adelante queda otra bonita trampa, pero la han descubierto bastante cortando la hierba. Ná de ná.
No queda nada, rodar un poco y luego bajar. El ritmo aumenta, sé lo que queda y creo que puedo aguantar la disciplina del rodar bien. El Coyote y el Correcaminos parece que se llevan bien, a la par hablando tranquilamente y a un ritmo bueno. En el último tramo rodador me pongo delante, sé que más adelante solo queda bajada. El Correcaminos sigue prudente. Rodamos y rodamos hasta que empieza la bajada. Pasamos de caminos anchos a un camino ratonero, nos metemos rápidos para disfrutar este tramo. Por aquí el Correcaminos da rienda suelta al espíritu cabra y escucho sus manisfestaciones de alegría en cada subida de adrenalina. Si lo sabe creo que aquí si que no le importaría ir delante.
Volvemos a caminos anchos para acabar la bajada, la prudencia y la distancia de seguridad vuelven al Correcaminos. El firme esta peligroso con esa arena suelta, aunque la velocidad de bajada es buena las curvas hay que hacerlas despacio.
Llegamos al final de la ruta y NÁ DE NÁ. Grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr.
Nos tomamos una rápida, a elegir entre lo poco que había, con su correspondiente tapa y el Correcaminos tiene que seguir su camino. Allá se va sano y salvo, grrrrrrrrrr¡¡¡ Bueno, el Coyote también pudo acabar sano y salvo.